Curso de Soporte Vital Básico y DESA
La infancia es una etapa de exploración constante, lo que implica también un mayor riesgo de accidentes, atragantamientos o situaciones de emergencia.
En esos momentos, conocer los pasos de la RCP en niños puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. A diferencia de los adultos, la técnica debe adaptarse a las características fisiológicas de los pequeños, pero sin llegar a ser tan delicada como en lactantes o bebés.
Saber aplicarla correctamente es una responsabilidad compartida para todas las personas que están con niños a diario. A continuación, te contamos todo lo que debes saber para que no tengas ningún imprevisto.
¿Qué es la RCP pediátrica?
La RCP pediátrica es un procedimiento de emergencia que combina compresiones torácicas y ventilaciones de rescate. Su finalidad es mantener el flujo de sangre oxigenada hacia el cerebro y el corazón cuando el niño ha dejado de respirar o su corazón se ha detenido.
En este caso, las maniobras son similares a las de los adultos, pero con ciertas adaptaciones en fuerza, profundidad y técnica, debido al menor tamaño y resistencia física del cuerpo infantil.
¿Cuáles son los pasos que debes seguir para realizar la RCP en niños?
Conocer los pasos correctos de la RCP en niños es fundamental para poder reaccionar de manera rápida en una emergencia.
La mayoría de los accidentes infantiles ocurren en el hogar, en centros escolares o durante actividades deportivas, y en muchos casos los primeros minutos son decisivos para la supervivencia del menor. Por ello, es vital que cualquier persona que esté en contacto frecuente con niños domine la técnica básica de reanimación.
A continuación, te damos algunos pasos que deberías tener en cuenta para dominar la RCP en niños:
- Evaluar el entorno y al niño
Asegúrate de que el lugar es seguro. Acércate al niño, intenta hablar con él para comprobar si responde.
- Activar emergencias
Si no responde y no respira normalmente, pide ayuda y llama al 112. Si estás acompañado, pide a otra persona que lo haga mientras tú inicias la maniobra.
- Abrir la vía aérea
Coloca al niño boca arriba, inclina la cabeza hacia atrás y eleva el mentón suavemente para liberar las vías respiratorias.
- Revisar la respiración
Acerca tu oído para sentir, escuchar y observar si respira durante 10 segundos. Este paso es muy importante, antes de seguir con el resto del proceso.
- Ventilaciones de rescate
En caso de que no haya respiración, administra 5 ventilaciones iniciales, sellando tu boca sobre la del niño y soplando despacio hasta que notes que su pecho se expande.
- Compresiones torácicas
Coloca una mano en el centro del pecho (a la altura del esternón, entre los pezones). Realiza 30 compresiones de unos 5 cm de profundidad, manteniendo un ritmo de 100-120 por minuto. Si el niño es más grande, puedes usar las dos manos, como en adultos.
- Continuar con ciclos de RCP
Continúa con 30 compresiones torácicas y luego 2 ventilaciones, repitiendo esta secuencia hasta que el niño presente signos de vida o llegue ayuda médica especializada.
¿Cuáles son algunos de los consejos que puedes aplicar para realizar la RCP en niños?
Saber la teoría es importante, pero en una emergencia real la seguridad y la eficacia dependen también de pequeños detalles que marcan la diferencia.
Por eso, además de conocer la secuencia de pasos de la RCP pediátrica, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones prácticas que ayudan a mejorar la calidad de la reanimación y a aumentar las probabilidades de éxito.
- Adapta la fuerza a la edad y tamaño del niño, evitando compresiones excesivas.
- Mantén el ritmo constante, sin interrupciones innecesarias.
- Utiliza el DESA cuanto antes, si está disponible.
- Practica regularmente la técnica en entornos formativos para no olvidar los pasos.
- Actualiza tus conocimientos, ya que los protocolos se revisan y ajustan periódicamente.
¿Por qué es importante saber hacer la RCP para niños?
La RCP en niños es una habilidad que todos deberíamos aprender. Conocer los pasos básicos, saber cómo adaptar la técnica a la edad infantil y mantener la calma son factores determinantes para salvar vidas en situaciones críticas. Para adquirir seguridad y confianza en la práctica, la mejor opción es formarse con programas especializados como el curso desa o el curso soporte vital básico y desa, que enseñan a aplicar las técnicas de reanimación y a utilizar el desfibrilador de manera eficaz.
Además, si deseas conocer más sobre nuestra formación, te recomendamos nuestros cursos online con certificado. Y si lo que buscas es una certificación para acreditar tus habilidades en el ámbito profesional pero de manera más económica, también contamos con cursos con certificado gratis online.
Por último, es importante tener en cuenta que la RCP en niños no es igual que la RCP en bebés. Cada procedimiento tiene particularidades que deben conocerse para aplicarlos de forma segura y eficaz. Si quieres profundizar en estas diferencias y asegurarte de que dominas ambos protocolos, te recomendamos leer nuestro artículo específico sobre la RCP en bebés.
Preguntas Frecuentes (FAQ's)
La RCP en niños se adapta a la edad y tamaño del menor. Entre 1 año y la pubertad se hacen compresiones con una mano en el centro del pecho, de unos 5 cm de profundidad, alternando con ventilaciones. En niños más grandes puede aplicarse con ambas manos, siempre manteniendo un ritmo de 100–120 compresiones por minuto.
La RCP pediátrica utiliza menos fuerza y una profundidad de compresiones menor (unos 5 cm), mientras que en adultos se llega hasta 6 cm con ambas manos. Además, en niños se comienza con 5 ventilaciones iniciales antes de alternar ciclos de 30:2, a diferencia de los adultos, donde se inician directamente las compresiones.
El protocolo de RCP en niños comienza valorando si el menor responde y respira normalmente. Si no lo hace, se llama al 112 y se inician 5 ventilaciones de rescate para intentar reactivar la respiración.
A continuación, se realizan ciclos de 30 compresiones torácicas de unos 5 cm de profundidad alternadas con 2 ventilaciones, manteniendo un ritmo de 100–120 compresiones por minuto hasta que llegue la ayuda profesional o el niño recupere signos vitales.
La RCP en niños debe aplicarse cuando el menor está inconsciente y no respira normalmente. En ese caso, llama al 112, inicia el proceso de rescate, manteniendo el ritmo hasta que llegue la ayuda médica.




































