Descripción
La valoración y cuidados de enfermería a personas con problemas en el sistema músculo-esquelético son fundamentales para la recuperación de dolencias en huesos y músculos. Por muy fuertes que sean los huesos, pueden romperse. Los músculos se pueden debilitar y las articulaciones (así como los tendones, los ligamentos y el cartílago) se pueden lesionar o quedar afectadas por enfermedades. A continuación figuran los principales problemas que pueden afectar a huesos, músculos y articulaciones:
Artritis. La artritis es la inflamación de una articulación, y las personas que la padecen presentan hinchazón, calor, dolor y, a menudo, tienen problemas de movilidad. Aunque solemos pensar en la artritis como una dolencia que afecta únicamente a la gente mayor, también puede presentarse en niños y adolescentes. Entre los problemas de salud que se asocian a artritis en niños y adolescentes se encuentran la artritis reumatoide juvenil, el lupus, la enfermedad de Lyme y la artritis séptica (una infección bacteriana de la articulación).
Fractura. Una fractura consiste en la rotura de un hueso; los huesos pueden agrietarse, partirse o astillarse. Tras la fractura, nuevas células óseas rellenan el hueco y reparan la rotura. El tratamiento habitual consiste en colocar un yeso o escayola resistente que mantiene el hueso en la posición correcta hasta que se cura. Si la fractura es complicada, es posible que se deban colocar clavos y placas metálicas para proporcionar mayor estabilidad mientras se cura la fractura.
Distrofia muscular. Por distrofia muscular entendemos un grupo de enfermedades de tipo hereditario que afectan a los músculos, que se debilitan y deterioran con el paso del tiempo. En la infancia, la forma más habitual es la distrofia muscular de Duchenne, que afecta en mayor medida al sexo masculino.
Enfermedad de Osgood-Schlatter. La enfermedad de Osgood-Schlatter es una inflamación (dolor e hinchazón) del hueso, cartílago y/o tendón ubicados en la parte superior de la tibia, donde se inserta el tendón de la rótula. Esta enfermedad suele afectar a adolescentes activos hacia el comienzo del estirón de la adolescencia, el período de aproximadamente dos años de duración en que crecen más deprisa.
Osteomielitis. La osteomielitis es una infección del hueso a menudo provocada por la bacteria Staphylococcus aureus, aunque también la pueden provocar otros tipos de bacterias. En niños y adolescentes, la osteomielitis suele afectar a los huesos largos de brazos y piernas. La osteomielitis suele desarrollarse tras una lesión o traumatismo.
Osteoporosis. En la osteoporosis, el tejido óseo se vuelve frágil, fino y esponjoso. Los huesos se rompen con facilidad y a veces la columna vertebral empieza a desintegrarse. Si bien este trastorno suele afectar a personas mayores, las chicas que padecen la «tríada de la deportista» y los adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria también pueden padecerla. Hacer ejercicio regularmente e ingerir mucho calcio durante la infancia y la adolescencia puede prevenir o retrasar el desarrollo de la osteoporosis en momentos posteriores de la vida.
Lesiones por movimiento repetitivo. Son un grupo de lesiones que ocurren cuando una parte del cuerpo se somete a un esfuerzo excesivo, lo que provoca inflamación (dolor e hinchazón), distensión muscular y/o lesiones tisulares. Por lo general, el sobreesfuerzo está provocado por la repetición de los mismos movimientos una y otra vez. Las lesiones por movimientos repetitivos se están volviendo más frecuentes en niños y adolescentes porque estos pasan más tiempo que nunca utilizando el ordenador. La práctica de deportes como el tenis, que requiere movimiento repetitivo, también puede provocar este tipo de lesiones. Los niños y adolescentes que pasan mucho tiempo tocando instrumentos musicales o jugando a videojuegos también están expuestos a lesiones por movimiento repetitivo.
Escoliosis. La columna de todo el mundo tiene una leve curvatura; esa leve curvatura es necesaria para que podamos movernos y caminar adecuadamente. Pero de tres a cinco personas de cada 1.000 sufren de escoliosis, una afección en que la columna se curva excesivamente. Puede ser hereditaria, de modo que una persona con escoliosis a menudo tiene parientes que también la padecen.
Distensiones y esguinces. Las distensiones ocurren cuando se estira excesivamente un músculo o tendón. Los esguinces se producen por un estiramiento excesivo o por un desgarro parcial de los ligamentos. Las distensiones suelen ocurrir cuando una persona participa en una actividad agotadora sin haber precalentado previa y adecuadamente los músculos o cuando el músculo no está habituado a la actividad (como cuando se practica un deporte nuevo o cuando se vuelve a practicar un deporte habitual tras un extenso período de inactividad). Los esguinces, por el contrario, suelen ser el resultado de una lesión, como una torcedura de tobillo o de rodilla. Tanto las distensiones como los esguinces son habituales en niños y adolescentes, porque son personas activas y en proceso de crecimiento.
Tendinitis. La tendinitis es una lesión deportiva habitual que suele presentarse tras forzar excesivamente un músculo. El tendón y la vaina del tendón se inflaman, lo que puede resultar doloroso. Dejar reposar el músculo y tomar medicamentos antiinflamatorios puede aportar un gran alivio.
Este curso de valoración y cuidados de enfermería a personas con problemas en el sistema músculo-esquelético está destinado a todas aquellas personas que estén vinculadas al área sanitaria.
Este curso de valoración y cuidados de enfermería a personas con problemas en el sistema músculo-esquelético se imparte en la modalidad online.






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